Pensando
detenidamente es increíble como la gente se reinventa y hace de todo
un negocio. Que regalo mas grande se nos ha dado de convertir los
obstáculos en soluciones. Cada piedra que encontramos en el camino,
mas que hacernos caer, se convierte en parte de nuestra fortaleza y
en determinado momento llegamos a construir un castillo. De eso se
trata de ir tomando las piezas en el camino, aunque parezcan malas, y
hacer algo mejor de eso. Es igual con los negocios.
Para mi los
negocios
exitosos son un compendio de adversidades, de situaciones que se
presentan disfrazadas de dificultad y que nosotros pintamos de
oportunidad y que eventualmente se traduce en ganancia gracias a
nuestro esfuerzo. Eventualmente cuando nuestros enemigos ven
doblegadas sus fuerzas unen esfuerzos a nosotros. Así, esa piedra
que un día se fijó como objetivo hacernos tropezar hoy es el
fundamento, la base de lo que hemos construido.
Los negocios son el
arte de combinar las habilidades naturales que nos dio la vida de
resolver problemas con estrategias persuasión. El saber ofrecer lo
que se vende es fundamental para que un negocio sea rentable y dure
muchos años. Se trata de ponerse en los zapatos de cliente para
entender sus necesidades y poder ofrecer la mejor solución con la
mayor satisfacción posible. Es guiar el mercado por el sendero que
nosotros hemos construido, es convencer que se necesita y que es
indispensable. Los negocios se tratan de mostrar amigablemente pero
sin ceder que lo que ofrecemos es lo mejor de lo mejor.
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